Promoviendo la mejora de la calidad del aire
Existe una preocupación creciente por la calidad del aire que respiramos. Una de las mejores formas de controlar dicha calidad es controlar las emisiones a la atmósfera. Las principales fuentes de emisiones son las de origen industrial, así como el uso de combustibles fósiles para la calefacción y transporte.
La normativa actual establece limitaciones en estas emisiones, y es de obligado cumplimiento su medición periódica, con la finalidad de mantener los niveles de emisiones en los rangos permitidos.